PROYECTO EN CONSTRUCCIÓN
El proceso de creación lo vivimos todos los días, incluso en los trabajos escritos que presentamos en el colegio o en la universidad,,, en los proyectos de investigación que debemos presentar como propuesta para las instituciones gubernamentales o privadas con las cuales vamos a trabajar... Este es un ejemplo de cómo seguir un proceso de construcción de un trabajo de construcción, desde el esqueleto hasta su finalización,,,,
Les invito a que me acompañen, con sus preguntas, en este proceso de construcción de un libro, cuyo tema central es la reflexión sobre la vida eterna frente a las características de la ahora denominada Hipermodernidad....
v Generalización
y Contextualización del TEMA:
Vida Eterna e Hipermodernidad se definen, en el
presente trabajo, como paradigmas, modelos o modos de vida. Estos modos de vida
se analizan dentro de las características del estilo de vida de las personas
quienes habitan el mundo conocido como occidente (contexto espacial del
sujeto-objeto de investigación) y en el tiempo conocido como época
contemporánea (contexto temporal del sujeto objeto de investigación), la
actualidad. Estos es, se analizan las características de la Vida Eterna y la
Hipermodernidad haciendo un análisis estructural, en forma diacrónica, en el
Tiempo Presente.
v PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA: ¿Por qué hacer la relación entre estos dos (aparentes) modos de
vida? [1]
Uno de los objetivos del presente trabajo aborda
algunas preguntas que vibran en el ambiente del contexto de las personas del
mundo occidental, preguntas que, a su vez, hacen referencia tangencial a dos
preguntas de vital importancia: ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué estamos
aquí en este tiempo y espacio social? Pero las respuestas positivas a estas
preguntas dan paso a nuevas preguntas y son las que se abordarán en el presente
trabajo de investigación: si la vida tiene sentido y es el ser humano quien, en
su libertad, da sentido a la vida; ¿Cómo vivir la vida? ¿Es válido tomar como
opción de vida (respuesta al cómo) las características de la llamada
Hipermodernidad o, como otra opción, el estilo que se plantea en la propuesta
de Vida Eterna? ¿Cuáles son las características de estos estilos (modos) de
vida que se plantean? ¿Qué criterios de encuentro se puede hacer entre uno y
otro para identificarlos y poder aplicar los elementos de estos modos de vida en
la práctica?
v JUSTIFICACIÓN.
Relación entre Vida Eterna e Hipermodernidad: Relación de Identificación.
Estas preguntas se derivan como forma de abordar
una tendencia natural en el ser humano; la necesidad de evolución, de
desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales, espirituales, esto es, la
formación de la propia identidad y sentido de vida y la manera como, desde esta
autodefinición y autoidentificación puede iniciar los procesos de relación e
interacción personal proyectado hacia la
relación e interacción dentro de los círculos sociales más cercanos (familia,
amigos, compañeros de trabajo…) y, a la vez, los círculos de relación social
más lejanos e institucionales (Gobierno, círculos culturales, círculos
económicos, círculos políticos, círculos administrativos, círculos educativos…).
Al iniciar un análisis comparativo entre la Vida
Eterna y la Hipermodernidad se encuentran una serie de características que las
hacen diferenciar, e incluso oponerse, como modelos de opción de modo de vida:
tanto en su concepción, su definición, su aplicación y su proyección de
objetivos, a largo y corto plazo, en el modo de vida de una persona común en el
mundo contemporáneo occidental.
A lo largo del proceso de desarrollo del
análisis de los estilos de vida, se presentarán algunos criterios centrales que
ofrecen un punto de vista lo más objetivo posible para comparar las
características de cada modo de vida, por ello, se evitará dar conclusiones
tendenciadas, por ejemplo, del tipo de ventajas o desventajas entre uno y otro
modo de vida.
La referencia a determinados autores, escritores
o pensadores quienes analizan y exponen de manera directa las características
de la Vida Eterna y la Hipermodernidad, se hace desde el punto de vista
puramente científico si bien abordar un concepto como el de Vida Eterna hace
referencia directa y necesaria a la Religión, a la Fe y el sistema de creencias
de la religión cristiana, específicamente dentro de la denominación de la
Iglesia Católica Apostólica Romana. Aún con ello, se parte del principio que
toda propuesta sistemática de ordenación de la vida tiene como principio la
recta intención y es válida no solo como profesión libre de determinada Fe,
sino como aportes válidos desde el ámbito de la Teología como Ciencia, a la
construcción de la persona.
En este sentido, el hecho que se señale una Relación por Oposición entre las
categorías teóricas de Vida Eterna e Hipermodernidad, no implica necesariamente
la anulación de una u otra, simplemente esta oposición se muestra como un
resultado de la comparación[2] entre dos posiciones
teóricas, cuyos representantes, y sus aportes, se describirán en el apartado
del marco teórico.
v OBJETIVO
GENERAL
Analizar y Comparar las características teóricas
y prácticas de los conceptos de Vida Eterna e Hipermodernidad. Este análisis de
las características de cada concepto teórico se realizará desde los argumentos
expuestos desde la Iglesia Católica Apostólica y Romana, con referencia
especial al magisterio de Benedicto XVI, para el concepto de Vida Eterna y para
el concepto de Hipermodernidad, desde los aportes teóricos de Gilles Lipovetsky.
Ø Objetivos
Espefícos
Presentar una definición práctica para los
conceptos de Vida Eterna e Hipermodernidad que permiten pensarlos como modos de
vida.
Poner de relieve las características
estructurales de la Vida Eterna y la Hipermodernidad como modos de vida y resaltar
las formas programáticas de proyección de cada estilo de vida a largo y/o corto
plazo.
Establecer el tipo de identidad que ofrece cada
modo de vida a la persona quien comienza a practicarlo, no como parte de una
ideología, sino como proceso de retroalimentación y análisis del propio estilo
de vida que ha estado llevando la
persona y en qué forma las características de cada estilo de vida pueden dar
puntos de referencia clarificadores de la identidad que ha estado forjando o
puede reforzar en la identificación de determinada característica de uno de los
estilos de vida, y, así, potenciar el desarrollo de alguna de las fortalezas de
la personalidad de la persona al identificarse y guiarse con una o todas las
características del estilo de vida expuesto, con el cual más se sienta cercano.
v ESTADO DEL
ARTE
·
Estado Del Arte para la Categoría Teórica
Hipermodernidad
Son pocos los filósofos que intentan tener una
visión más balanceada de la realidad histórica que les rodea. Y Gilles Lipovetsky
es uno de ellos. Y en este sentido, el filósofo francés es mucho más cercano al
análisis mediador de la realidad moderna que hace Tocqueville, que a la crítica
férrea de sus coeternos pensadores posmodernos. Y si hemos de crear algún
puente con un contemporáneo éste es con Baudrillard. Ambos parten de la cúspide
moderna de la sociedad en los años cincuenta y sesenta para después intentar
entender lo que sucede a esta sociedad en la década de los ochenta.
La era del vacío, obra que catapulta a Lipovetsky
a la fama internacional, fue publicada en 1983. Este libro, que muestra con una
claridad sorprendente la transformación de los valores de la sociedad actual
tiene como objetivo describir un modo de socialización y de individualización
inédito, que rompe con el transcurso histórico iniciado en los siglos XVII y
XVIII, y con lo que el propio Lipovetsky llama una primera revolución individualista. De acuerdo al
filósofo francés, en estos últimos años del siglo XX hay una segunda revolución
individualista a la que llama el “proceso de personalización”. Este proceso de
la década de los ochenta rompe con aquello iniciado en el siglo XVII, pero
también con el pasado reciente, específicamente con las convenciones sociales
de la posguerra:
ü Lo disciplinario,
revolucionario y convencional de la década de los cincuenta.
ü El credo de
lo democrático y sus consecuentes mejorías de justicia social.
ü El rigorismo
universalista el credo democrático.
ü La identidad
ideológica-coercitiva.
Este rompimiento, implica forzosamente un cambio
de organización social, de costumbre y hábitos, donde los valore individuales
tienden más hacia la introspección, la preocupación por el “self”, y la
producción de placer:
ü El máximo de
opciones privadas posibles.
ü El mínimo de
austeridad y el máximo de deseo.
ü La menor
represión y la mayor comprensión y aceptación posible.
ü Valores
hedonistas, respeto por las diferencias, culto a la liberación personal, al
relajamiento, al humor y a la sinceridad; al psicologismo y a la expresión libre.
En resumen, el proceso de personalización
descrito por Lipovetsky, la res pública
pierde terreno frente a la res privada,
el discurso individualista acapara muchos más espacios de decisión y de
estancia del sujeto que la aspiración moderna de pensar en horizontal: “El
ideal moderno de subordinación de los individual a las reglas racionales
colectivas ha sido pulverizado, el proceso de personalización ha promovido y
encarnado masivamente un valor fundamental, el de la realización personal, el
respeto a la singularidad subjetiva, a la personalidad incomprarable sean
cuales sean por lo demás las nuevas formas de contro y de homogeneización que
se realizan simultáneamente”[3]
·
Estado del Arte para la Categoría Teórica Vida
Eterna
La Vida Eterna como modo de vida aplicable se
analiza directamente, en una primera instancia, desde el análisis del texto
fundamental de la Iglesia cristiana Católica, la Biblia, especialmente en el
Libro del Evangelista Juan de Pathmos. En este sentido, se resalta la acepción
que, en referencia a las palabras de Jesús de Nazareth, hace el Evangelista
Juan en el cual se puede resaltar la familiaridad de Dios en la vida de todo
creyente cristiano como una de las preocupaciones que aborda el desarrollo de
esta investigación. Dicha familiaridad, que puede analizarse en sus
características, como aplicable al modo de vida de toda persona, se ofrece
desde el la comprensión un tanto separada del sentido escatológico único que
tradicionalmente se ha dado desde la religiosidad popular católica.
Entender la vida Eterna más que como una promesa
a futuro, o pensando en sentido teleológico, se propone aquí como el Tomar
conciencian y, de hecho, practicar esa promesa cumplida por el Dios Cristiano.
Promesa que se cumple en accione hacia el prójimo y hacia el sujeto religioso
mismo, en el momento presente de cada persona como decisión personal.
En este sentido, ¿cómo entender la vida Eterna?
Concretamente ¿Qué es? La repuesta, como se propuso más arriba, se toma del
libro de Juan el Evangelista en La Biblia y de las interpretaciones que ofrece
el Magisterio de la Iglesia Católica para invitar a ver esta promesa cumplida
en Jesucristo en sus acciones, sus expresaiones, su enseñanza y en su vida
“Esta es la Vida Eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero y al que
tú has enviado, Jesucristo”[4]
Por supuesto, este conocimiento debe entenderse
en el sentido Bíblico, entonces: ¿En qué consiste el conocimiento de Dios?
Existe una expresión en el antiguo testamento, un sentido de “vínculo” íntimo,
de Alianza según se puede observar en el pie de página explicativo y ampliado del libro del profeta Oseas que da
la Biblia de Jerusalén “En Oseas el “conocimiento de Yahveh” acompaña al Jessed.
No se trata, pues, de un simple conocimiento intelectual. Así como Dios “se da
a conocer” al hombre ligándose a él por una alianza, manifestándole su amor
(Jessed) con sus beneficios, así también el hombre “conoce a Dios” por una
actitud que implica la fidelidad a su alianza, el reconocimiento de sus
beneficios, el amor”[5]
Este sentido de conocimiento como alianza o
relación entre el hombre y aquello que lo trasciende[6] ha venido siendo
desarrollado, en forma general, por Joseph Ratzinger (Sumo Pontífice de la
Iglesia Católlica Apostólica Romana, con el nombre de Benedicto XVI)
especialmente en las catequesis sobre la oración y la liturgia que ha
presentado en las Audiencias de los Miércoles del mes de Octubre de 2012. Por
ahora basta citar directamente una de las definiciones más cercanas que ha dado
el magisterio de la Iglesia Católica, representada en el Papa, sobre el
concepto y la esencia de la Vida Eterna como conocimiento de Dios aplicado en
la práctica al modo de Vida[7] de la Persona “Un último elemento central de toda verdadera evangelización es la vida
eterna. Hoy, en la vida diaria, debemos anunciar con nueva fuerza nuestra fe.
Aquí quisiera sólo aludir a un aspecto a menudo descuidado actualmente de la
predicación de Jesús: el anuncio del reino de Dios es anuncio del Dios
presente, del Dios que nos conoce, que nos escucha…”[8]
Aún
más directo es el Papa Benedicto XVI en la Audiencia del 24 de Octubre de 2012,
al abordar este punto de vista de la Vida Eterna como un modo de vida que se
puede vivir desde el momento presente más que como una promesa escatológica en
la que se concibe la Fe (otra característica de Vida Eterna) como algo
puramente teleológico y sin sentido práctico[9], sino como una promesa
cumplida “Tener fe, entonces, es encontrar a ese "Tú," a Dios, que me
sostiene y me concede la promesa de un amor
indestructible, que no sólo aspira a la eternidad, sino que la da[10];
es entregarme a Dios con la actitud confiada de un niño, que sabe que todas sus
dificultades y todos sus problemas están a salvo en el "tú" de la
madre.”[11]
v MARCO TEÓRICO
El presente
trabajo de investigación se enmarca en el horizonte analítico de la llamada
Historia del Presente, cuyo exponente más significativo es Gilles Lipovetsky
quien presenta un análisis crítico positivo de las condiciones y modo de vida
de las personas quienes habitan en el contexto espacial y temporal denominado
Occidente. Las características de estas condiciones y modo de vida Lipovetsky
las denomina Hipermodernidad.
El concepto
de Vida Eterna es tomado directamente del Evangelio de San Juan 17 donde se
recogen las Palabras de Jesús quien da una definición concreta de la Vida
Eterna, y, en general a lo largo del evangelio de San Juan se habla de las
características de la Vida Eterna. La interpretación concerniente a la parte de
la Fe se hace referencia al Magisterio de Benedicto XVI, Joseph Ratzinger,
autoridad eclesiástica en Teología Dogmática.
Luís F
Ladaria, da una luz clara sobre la Revelación de Dios, como “Cristo revelador
de Dios” en su relación con el hombre y el hombre en su definición hacia el
Dios uno y trino.
[1] Definiciones conceptuales: Vida Eterna; Hipermodernidad; Modo de
Vida; Análisis Histórico Diacrónico;
[2] Validez de la comparación en Jerzy Topolsky y la Historia
comparada. En Metodología de la Historia.
[3] Gilles Lipovetsky. La Era del
vacío. (Barcelona: Anagrama. 1986) P. 7.
[4] Biblia de Jerusalén. Juan 17, 3. P.
[5] Píe de Página Oseas 2, 22.
[6] Se reconoce en el presente trabajo de investigación la
espiritualidad como una de las tres dimensiones del ser humano, incluso el
componente definitivo en cuanto a proyecto de realización de la persona como
tal. Siguiendo a Aristóteles en su Metafísica al considerar las sustancias del
ser “El problema de fondo de la metafísica es el siguiente: ¿existen solamente
sustancias sensibles o se dan también sustancias suprasensibles? La respuesta
de Aristóteles es que las sustancias suprasensibles existen en cuanto que sin
lo eterno no podría subsistir ni siquiera el devenir. En la demostración, él
parte del análisis del tiempo y del movimiento. El tiempo- y por consiguiente también
el movimiento, cuya medida es- es eterno (efectivamente, no puede existir un
momento de origen del tiempo, pues de lo contrario debería admitirse un “antes”
de ese momento, pero esto sería, a su vez, tiempo; tampoco puede existir un fin
del tiempo porque posteriormente a tal fin debería darse un “luego” que es
también tiempo). Si eso es así, debe pues darse una causa adecuada al efecto,
es decir, una causa eterna, como un principio del que derive eternamente el
tiempo-movimiento.” Tomado de: Giovanni Reale Y Darío Antíseri. Historia de la Filosofía: Filosofía
Pagana. (Tomo 1. Bogotá: San Pablo. 2007.) Pp. 298-299.
Aprovecho para citar en este
apartado una frase de Aristóteles a pensar sobre lo eterno “No
es necesario hacer caso a quienes aconsejan al hombre, porque es mortal, que se
limite a pensar cosas humanas y mortales; antes bien, al contrario, en cuanto
es posible, es necesario comportarse como inmortales y hacer todo lo necesario
para vivir según la parte más noble que hay en nosotros” Aristóteles.
[7] La aceptación de este modo de vida implica el “Anuncio” o compartir
ese estilo de vida. Una de las características de la Vida Eterna como modo de
Vida, enmarcado en la doctrina de la fe Cristiana Católica, es el Comunitario y que nace de la misión de
la Iglesia “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la
comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la
seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los
demás. […]Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se
alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es
en definitiva la misión.” (V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe: Aparecida. Documento Conclusivo.
(Aparecida: Brasil. 2007.) P. 168.
[8] Tomado de
L’OSSERVATORE ROMANO, 19 de enero de 2001. En www.vatican.org. Consultado
el 20 de Septiembre de 2012.
[9] Al respecto de esta afirmación sobre el concepto general abstracto
y teleológico de la vida eterna que
tienen los fieles católicos consultar Encuesta ¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
[10] Subrayado mío.
[11] Benedicto XVI. Audiencia
General. Plaza de San Pedro (Ciudad del Vaticano). Octubre 24 de 2012.